Queridos hermanos de la Orden DeMolay Bolivia, hoy 18 de marzo de 2012 conmemoramos 698 años de aquel día en que la humanidad fue testigo del desenlace de un de los pasajes más oscuros de la historia. Un 18 de marzo de 1314, Jacques DeMolay, último Gran Maestre de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, era quemado vivo frente a la catedral de Notre Dame, producto de actos de intolerancia, codicia y fanatismo por parte del Rey Felipe IV el hermoso y el Papa Clemente V. Esta historia y sus pormenores, son muy bien conocidos y estudiados por muchísimas personas en todo el globo terráqueo, y como no podía ser de otra manera por todos aquellos que tuvieron la dicha de formar parte de la Orden DeMolay.
Si bien es cierto que en un principio “DeMolay” no fue el primer nombre en la mente de los fundadores de la Orden, también es cierto que una vez que se contaron las grandes proezas de Jacques DeMolay y la Orden del Temple esos jóvenes quedaron inmediatamente cautivados por las grandes lecciones de este personaje, haciendo de su nombre y su causa, el nombre y la causa de la Orden que daba sus primeros pasos. Fue de esta manera que empezaron a crearse los primeros rituales de trabajo, que tendrían como fin la enseñanza de grandes valores relacionados con aquel gran hombre y la Orden a la cual él respondía.
Es así queridos hermanos, que hoy en día la Orden DeMolay, con sus diferentes grados, es portadora de rituales que verdaderamente hacen énfasis en aquel personaje inspirador y a sus grandes lecciones que hoy repetimos reunión tras reunión.
Como bien ya dije, la historia y sus pormenores son bien estudiadas por todos los miembros DeMolay. Podría desglosarse tantos acontecimientos dignos de mencionarse, sin embargo, el día de hoy no debemos abocarnos únicamente a los hechos fríos de la historia, desempolvarlos y guardarlos nuevamente en las profundidades del recuerdo. La misión exacta que tenemos el día de hoy, es la de extractar las grandes lecciones que nos pueda brindar su historia. La misión exacta que tenemos el día de hoy, es la de formarnos como líderes encausados a las 7 virtudes cardinales de un DeMolay.
Por lo dicho, hoy es un día de fiesta para todos nosotros. Debemos festejar y agradecer al Padre Celestial porque la historia truncada del gran héroe y mártir Jacques DeMolay, sirvió y sirve de inspiración a miles de jóvenes. Debemos festejar el hecho de poder estar orgullosos de llevar el nombre “DeMolay” como emblema y escudo. Debemos festejar el hecho de poder llamarnos hermanos, y demostrarlo día a día. Debemos festejar el hecho de sembrar valores y virtudes DeMolay. Debemos festejar el hecho de vivir una vida DeMolay.
¡Felicidades queridos hermanos, nosotros hacemos la Orden DeMolay, nosotros somos DeMolay!
Juan Pablo Poppe Avilés
Maestro Consejero Nacional para Bolivia
2011 - 2012
Como puedo contactarme con ustedes quisiera ingresar a la orden Demolay
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