LIBERTAD
DE PENSAMIENTO
“Proclamo
en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo.”
Voltaire Francois Marie Arouet
La definición de Libertad es el poder de hacer o no hacer, de escoger o no, es el derecho de ser dueño de sus propios actos y decisiones e incluso responsabilizarse de sus omisiones, frente a esto se encuentra el orden normativo para equilibrar la armoniosa convivencia entre unos y otros.
En el seno de nuestra sociedad
por ejemplo, toda persona está obligada a acatar las leyes para regular su
convivencia, bajo este tenor, y en concordancia a la jurisprudencia de todos
los países se acepta que el bien general prima sobre el interés del individuo y
en aras de este supremo principio se justifican las limitaciones de la libertad
individual frente el interés público.
Ya Rousseau establecía la
–voluntad pública-, que obliga al individuo a someterse a la voluntad de la
mayoría, entregando su libertad individual a la comunidad y sólo así ser
verdaderamente libre.
Sin embargo, el transcurso de
la historia nos demuestra que esto va más allá, que el hombre no llega a ser
Libre, que más al contrario es un esclavo del fanatismo, de las circunstancias,
de su ambiente e igualmente en tiempos remotos esclavo de Dios y de sus
dictados, inevitablemente surgiendo Dogmas de unos pocos en sometimiento de otros.
La esclavitud que se vive
actualmente, no es aquella donde uno está enclaustrado o encadenado en una
prisión, sino es de quien vive subyugado a un vicio o está mentalmente
prisionero de pasiones o fanatizado por ideas políticas, religiosas o
sectoriales que lo ciegan y le impiden ver la luz y discernir cuál es el camino
de la verdad, que de ninguna manera deberá ser aquella esclavitud que lo hace
parte de utopías colectivas, pues estas son solamente prótesis para aquellos
que no tienen la capacidad de recrear utopías singulares, haciendo una analogía
diríamos que la Utopía es como el Sueño ya que únicamente le pertenece a cada
individuo, tal como indica la psicología Freudiana.
El antídoto de cualquier dogma
es la Libertad de Pensamiento, porque las
cadenas de la esclavitud solamente atan las manos, es la mente lo que hace al
hombre libre o esclavo.
El librepensador en pocas
palabras es aquel sujeto insolente y molesto para los hombres de poder. Es
aquel que cuestiona lo establecido, el que hace preguntas incomodas y no se
calla ante nadie ni nada, el que desconfía de los expertos y que expresa sus
opiniones aunque sean ideológicamente incorrectas, el que se aparta del rebaño
y no es parte de la mayoría silenciosa, el que no se sujeta a dogma alguno e
impulsa su propio desarrollo y el de generaciones futuras.
Construir una sociedad
democrática deberá ser nuestra misión, en base a la Tolerancia que requiere de
un esfuerzo individual y a la vez colectivo.
Individual porque responde a
una disciplina de respeto de la opinión ajena, fortaleciendo la apertura a
nuevas posibilidades de pensamiento, Colectivo porque la sociedad se constituye
desde la diversidad en todos los planos y básicamente con la libertad de
pensamiento y de respeto a la multiplicidad de maneras en que nuestra sociedad
se manifieste, lo que hace un imperativo esforzarnos cada día lo suficiente
para orientar la igualdad ante la ley, pues el bien común de nuestra sociedad debe
ser nuestra aspiración legítima.
Entonces
concluyó que la Libertad de Pensamiento es el poder de pensar de acuerdo a los
dictados de la consciencia, ciertamente poder como el ejercicio de una
determinación, comprendiendo
aquel adagio fundamental del Jurista:
“La libertad
termina donde comienza el derecho ajeno.”
Il”H” Luis David Apaza Callapa
Past Maestro
Consejero Nacional
Orden DeMolay
Bolivia